viernes, 25 de junio de 2010

La copa de la solidaridad

Quizás el próximo mundial de la tierra podría ser ganarle a la pobreza y la deshumanización. El mejor partido de los países poderosos y deseosos de fama y gloria, debiese ser terminar con el hambre de los niños abandonados por la impunidad de la codicia. Las almas del mundo deberían unirse en una sola y proponerse sacar adelante el continente africano, quien desborda a la tierra de colores, amor y que, sin embargo, se hunde en la pobreza y el abandono.

Si la mitad de la tierra tuviese tan un solo un par de segundos para mirar a aquellos niños de ojos oliváceos, cargados de ternura, nadie dudaría en que la próxima fiesta del mundo debiese llevarse a cabo por celebrar el haber acabado con el hambre y la desigualdad en el maravilloso continente de África. Este resultado sería el mejor para todos y nadie quedaría descalificado en el camino. Cada nación sería, con inmenso orgullo, dueña de la gran copa de la solidaridad, ésa que olvidamos cuando la niebla del egocentrismo nos cubre el horizonte.